Con el cien por cien de los votos escrutados, Jaume Bartumeu, el candidato de la coalición encabezada por el Partit Socialdemòcrata (PS) con l´Alternativa e Independientes, ganó ayer las elecciones generales en el Principat d´Andorra, al obtener 14 de los 28 escaños del Consell General (parlamento).
Las candidaturas socialistas habrían conseguido ocho escaños en las listas parroquiales de Andorra la Vella, Escaldes-Engordany, Encamp y Ordino (dos en cada parroquia, que son los diputados que su ponen en juego en estas demarcaciones). En la lista nacional lograron seis consellers (diputados) más, En esta lista supera en 15 puntos a su inmediata seguidora la Coalició Reformista (CR, Partit Liberal, PLA, y Nou Centre).
La Coalició Reformista, con su candidato Joan Gabriel al frente, ganó cinco escaños en la lista nacional, más los seis de tres listas parroquiales, once en total.
Finalmente, Andorra pel Canvi (ApC, centroderecha) – cuyo candidato es Eusebi Nomen-consiguió tres escaños en la lista nacional. Estas dos formaciones juntas, suman pues los mismos escaños que los alcanzados por los socialdemócratas.
Se abre así una nueva etapa, ya que por primera vez en su historia Andorra puede tener un Govern de centroizquierda tras catorce años de hegemonía liberal. Jaume Bartomeu no quiso celebrar los resultados hasta bien avanzada la noche pero dedicó sus primeras palabras a un llamamiento a la unidad andorrana ante las reformas urgentes que le permitan despojarse de la etiqueta de paraíso fiscal.
Coalición Reformista sería la gran derrotada, ya que deberá abandonar el gobierno. Representantes de este partido aseguraban ayer que pasarán a la oposición y se mostraban dispuestos a un pacto con Bartumeu sobre los grandes temas de Estado, con la reforma fiscal y económica como prioridad y la integración en Europa en segundo plano.
En medios políticos y periodísticos se especulaba ayer con la posibilidad de un primer pacto entre los dos principales partidos que suponga la presidencia del nuevo Consell General (parlamento) para el candidato de CR, Joan Gabriel, que no habría conseguido mantener una mayoría.
El nuevo Consell General tendrá tres grupos, por la irrupción en la vida política de Eugeni Nomen y su ApC. Este grupo habría arrebatado votos a los de Coalició Reformista. Las otras dos fuerzas políticas que se presentaban, Els Verds y Unió Nacional de Progrés consiguieron el 3,5 y el 0,6 por ciento de los votos.
En cuanto a las listas parroquiales, la batalla de Ordino se saldó con una victoria del PSA que ganó los dos consellers por una amplia mayoría. En esta parroquia el voto liberal se presentó dividido. Aquí el voto urbano benefició al PS. En Escaldes-Engordany el voto liberal también se dividió entre CRyApC, favoreciendo a los socialistas. En Sant Julià de Loria, la lista territorial se mantuvo sin problemas para los liberales ya que es el feudo político del Cap de Govern cesante, Albert Pintat.
No obstante, el PSA tuvo en esta parroquia un buen resultado que podría leerse con clave para disputar el gobierno del Comú en las próximas elecciones parroquiales. En Encamp, el problema de si se daban por validas parte de las papeletas provocó incertidumbre aunque a medida que avanzaba el escrutinio se daba por seguro que los dos escaños serían para los socialdemócratas.
En Canillo, los dos escaños parroquiales fueron para Coalición Reformista, al igual que en La Massana. Finalmente, en Andorra la Vella los datos provisionales indicaban que los dos consellers territoriales serían para los socialdemócratas. El PS se ha impuesto en las zonas más pobladas. Y, CR ha sufrido retrocesos importantes en parroquias donde se disputaban el voto con el partido de Eugeni Nomen. .
Bartumeu declaró que quería “un cambio tranquilo que resuelva antes que nada la adecuación de nuestra fiscalidad y abra nuestra economía al mundo global”. Y prometió tener en cuenta a todas las fuerzas políticas y a emprender “las reformas que hagan de Andorra un país moderno”.
El PSA habría obtenido votos de los desilusionados por la gestión liberal; de los jóvenes y también un trasvase de voto útil procedente de los Verdes, que lograron un digno cuarto puesto.
La participación baja al 75 por ciento
La participación electoral bajó ayer un 5% respecto a las elecciones anteriores del 2005 y se situó en un 75%. Mientras las listas nacionales recibieron un total de 15.289 votos, las parroquiales obtuvieron cuatro votos menos, 15.285, que se atribuyen a olvidos de algún votante o de las mesas electorales. Las causas del retroceso hay que buscarlas en primer lugar en la abundante lluvia caída, que en las parroquias más altas era nieve copiosa, pero también por una incapacidad de los partidos para movilizar el voto joven o de los ciudadanos que han adquirido la nacionalidad, ya que el censo había aumentado en 4.404 electores. Analistas andorranos explicaban que el panorama electoral del principado se parece cada vez más al español, donde la abstención se explica por la desafección a la política. El escrutinio tuvo un primer problema en Encamp porque la Junta Electoral no se ponía de acuerdo en cómo calificar unas papeletas defectuosas con errores que el Govern había distribuido y que tuvo que corregir. Al finalizar la votación se acordó que si la distancia entre los dos principales partidos era muy grande, se contarían como válidos. En el caso de que la distancia fuera más ajustada, preveían una solución de compromiso.